Revolución y alfabetización digital

¿Qué decir de la revolución digital? Su influencia la vemos alrededor nuestro cada día, en el hogar, el trabajo, en el colegio, en el teléfono, en el coche... A menos de haber vivido escondido en una cueva estas últimas décadas es imposible no haberse dado cuenta de cuanto el incremento y la disponibilidad de tecnología ha cambiado nuestras vidas. Y no hay vuelta atrás (a menos de considerar pronósticos del cine post-apocalíptico, y la mayoría de ellos tampoco eliminan la tecnología de nuestras vidas).

En mi familia tenemos un ordenador en casa desde... 1987 (creo). Vamos, que casi no me acuerdo de una época en la que no tuviésemos uno. Mis recuerdos de aquel Apple IIc son bastante difusos. Lo usábamos como una máquina de escribir glorificada y para jugar (Arkanoid! Labyrinth!), mientras que mis padres le sacaban más provecho con las cuentas de la casa. El paso al sistema MacIntosh ya trajo un sistema mucho más "user-friendly", pero seguíamos sin saber lo que era internet (que solo mi padre tenía en su trabajo), y los deberes se hacían a mano. El haberme ido de casa a la Universidad supuso varios años sin usar un ordenador con regularidad (a 2-3 por ordenata una vez por semana en las prácticas de estadística o modelización no cuentan) y le perdí algo de la maña que tenía. Cuando dejó de separarnos ese charco llamado el Atlántico, ya no tenía costumbre de ordenadores. Mis hermanas pequeñas lo manejaban con mucho más soltura que yo. Ya se habían introducido a historias de messenger, blogs, comunidades on-line... y yo llevo años corriendo para intentar alcanzarlas.

Así es para muchos. Los peques y jóvenes tienen una soltura con el mundo digital con la que sus padres tan solo pueden soñar (en la mayoría de los casos). No pueden siquiera imaginar una época antes de que hubiese un ordenador en cada casa, (por no hablar de los muchos que tienen más de uno, en mi caso ya cada uno tiene el suyo), y si quieren encontrar algo lo primero que hacen es buscarlo en Google. ¿Los libros? Polvorientos en las estanterías de la bibliotéca. ¿Para qué ir a perder el tiempo con la vieja Enciclopedia Britanica si Wikipedia tiene todo al alcance del teclado?

Dicen por ahí que muchas de las diferencias sociales del siglo XXI estarán centrados en el grado de acceso a la tecnología. Que hay que impulsar la alfabetización digital para evitar que se profundicen más las desigualdades dentro de la sociedad, o entre Norte y Sur.

Ya nadie puede permitirse ser un tecnófobo si quiere salir adelante. O simplemente si quiere entender a sus propios hijos!

Y aqui estoy yo. Después de haberme metido en "comunidades online" como Bebo o Facebook (en los que minimizaba mis aportaciones por falta de tiempo), ahora me meto en más líos de internet. A ver si como los otros en su momento esto también me inspira y me esplayo... y las horas pasan sin que me de cuenta. Igual pasan semanas de silencio, o igual no habrá quién me calle. Ja vorém. ;)